Alberto Máximo Pérez Calero
Presidente del Ateneo de Sevilla

Tras más de ocho años como Presidente del Ateneo de Sevilla, D. Alberto Máximo Pérez Calero es una persona querida y admirada entre los sevillanos. Este recién jubilado, doctor en Medicina y especialista en Medicina Familiar y Comunitaria, Interna y Aparato Digestivo, ha ejercido su profesión en los Centros de Salud Marqués de Paradas y Campana, compaginándola con su labor como historiador, de la que han surgido diversas publicaciones y artículos en revistas especializadas y científicas. La institución que preside tiene más de 131 años y ostenta varios premios, como la Medalla de Oro de la Ciudad de Sevilla y la Medalla de Plata con Distintivo Azul al Mérito de la Protección Civil por la Cabalgata de Reyes Magos. Actualmente, tanto él como su equipo directivo continúan con el legado de sus antecesores: dedicación a la cultura y a los demás. Así nos cuenta su experiencia en el Ateneo de Sevilla…

¿Qué supone para usted ocupar un cargo como el de Presidente del Ateneo de Sevilla?
En primer lugar, humildad, ya que además de su actividad cultural, el Ateneo trabaja en muchos proyectos solidarios y trata de ayudar a los menos favorecidos. A ese sentimiento le siguen la responsabilidad y el sacrificio, puesto que este cargo necesita dedicación, tiempo y una atención máxima. Tratamos con personas y no podemos fallarles.

¿Qué significa el Ateneo para la ciudad y cómo influye en la sociedad sevillana?
Los tres pilares sobre los que se sustenta el Ateneo son la cultura, la acción social y nuestra Cabalgata. Con esto tratamos de estar cerca de la sociedad. Organizamos jornadas de puertas abiertas a colegios o actos culturales que son gratuitos; convocamos nuestros premios en Historia, Bellas Artes o Medicina para reconocer el mérito de entidades y personas de inmensa valía; y ayudamos con proyectos sociales de recogida de bienes de primera necesidad, alimentos o juguetes… Siempre conseguimos mucha implicación gracias al empuje y reconocimiento que tiene la Cabalgata de Reyes Magos. La idiosincrasia del Ateneo de Sevilla es la de conectar con el pueblo y con Sevilla. De otra forma no tendríamos sentido.

¿Qué labor o hito destacaría durante estos años al frente del Ateneo?
En estos años como Presidente para mí es imposible olvidar el día de la Cabalgata, ver la cara de satisfacción e ilusión de niños y mayores, sentir la calidez de todas esas personas que te agradecen todo el trabajo y el esfuerzo de todo un año. Muchos me han llegado a decir que cada 5 de enero me convierto en “el alcalde de Sevilla” o en “una de las personalidades más queridas”. Ese día también vivo uno de los momentos más especiales: la parada final tras terminar la Cabalgata, en la que los miembros del Ateneo y los Reyes Magos visitamos un hospital de Sevilla para repartir juguetes y, sobre todo, fuerza y cariño a aquellas personas que están en una situación más delicada. La próxima noche de Reyes visitaremos el Hospital de Valme.

Ya queda muy poco para esta próxima Cabalgata de Sevilla. ¿Puede desvelarnos alguna novedad?
Como ya saben los sevillanos, cada año nos gusta proponer algo nuevo. Este año seremos rompedores, no solo a nivel local sino también nacional. Queremos dar ejemplo y romper barreras. Seremos la primera Cabalgata de España que tenga un rey invidente, teniendo el honor de contar con Cristóbal Martínez, Delegado Territorial de la ONCE, como rey Baltasar. También rendiremos homenaje con nuestras carrozas a dos entidades que están de aniversario: la Guardia Civil, que cumple 175 años en Andalucía; y el diario ABC, por su 90 aniversario. La Cabalgata de Sevilla romperá moldes, como cada año, y repartirá ilusión. Pero sin perder nunca de vista el objetivo de los niños. De hecho, como decía José María Izquierdo, uno de mis antecesores, “la Cabalgata debe pasar fugaz, como un sueño”. Esta frase es y seguirá siendo uno de nuestros lemas.

Para finalizar, me gustaría despedirme, agradeciendo a SANGUINO ABOGADOS el detalle de esta entrevista y por dar relevancia al Ateneo de Sevilla como también hicieron en números anteriores con otro proyecto solidario, el de La Azotea Azul, un trabajo que seguimos y admiramos por su calidez humana. Sinceramente, muchas gracias.