Daniel Moreno Moreno – CEO en Divergent Energy
Generar ideas de las que exprimir modelos de negocio. Ese es el cometido del ingeniero Daniel Moreno al frente de Divergent Energy. Su especialidad es la de encontrar caminos comerciales a las soluciones que se le aparecen y, para ello, cuenta con la colaboración de una persona de confianza, el también ingeniero Rubén Cabral. La conciencia verde les mueve en cada uno de sus registros de invenciones y marcas. Por eso, todos los proyectos de innovación que idean van encaminados hacia la disminución de la huella de carbono y los benficios que esta traerá a usuarios, ciudadanos, empresas y gobiernos.
¿Cree que la sociedad y las empresas, más concretamente, son conscientes de la importancia de la huella de carbono?
A pesar de los movimientos sociales que se ven a diario en noticiarios, la mayoría de personas no saben ni cuáles son, ni dónde ni cómo se generan, ni están realmente concienciadas de la necesidad de minorarlos. Y mucho menos saben cómo hacer esta reducción. La gente no es consciente de lo que nos espera con la huella de carbono. Tanto es así que tanto yo como Rubén, en nuestras respectivas empresas, enfocamos los proyectos de innovación que ideamos hacia una perspectiva que muestre no solo la necesidad de emprender estas acciones, sino también hacia los beneficios que traerán para el usuario, el ciudadano, las empresas y los gobiernos. El problema es que siempre el retorno es a medio o largo plazo. Pero nosotros no cejamos en nuestro empeño. Somos padres y no pensamos tanto en dejar una herencia a nuestros hijos como un legado a toda la humanidad.
Desde su experiencia, ¿qué sector de actividad lidera las emisiones de gases de efecto invernadero? ¿Y qué medidas de compensación podrían llevar a cabo las empresas que se dedican a esta actividad?
La respuesta no debe ser dada desde nuestra experiencia, sino desde los datos que cualquiera puede consultar. La generación de energía se sitúa como la mayor productora y emisora de gases de efecto invernadero. Le siguen la industria, el sector terciario y la gestión de residuos. Estamos convencidos de que podemos seguir consumiendo energía sin explotar el planeta que nos acoge y no es que seamos idealistas, el problema de base se encuentra en la falta de imaginación y en la intención de obtener un rápido retorno de la inversión.
No solo es importante frenar en seco la generación de gases de efecto invernadero; también es crucial cambiar el concepto de reciclado y asumir nuevos términos y conceptos, como el supra ciclado. También en este campo tenemos propuestas que hacer.
Al margen de ser una exigencia impuesta por ley, ¿qué ventajas diría que tiene para una empresa el cálculo de su huella de carbono?
Por un lado, tenemos el intangible de la moral sincera. Saber cuánto contaminamos nos impulsa hacia un ecologismo práctico, a reducir nuestra huella de carbono, a fortalecer la salud de nuestro planeta. Desde el punto de vista de nuestra salud, obviamente, si ensuciamos nuestro aire respiramos tóxicos, si ensuciamos el agua deberemos limpiarla y beberemos y comeremos tóxicos.
Desde el punto de vista económico, al disminuir emisiones, nuestro Gobierno no se verá obligado a asumir los pagos asumidos en los convenios internacionales, por lo que habrá una economía nacional más saneada y eso puede conllevar la reducción de impuestos y aumento de las inversiones.
A nivel comercial abrirá mercados porque identificar tu huella de carbono indica inversión en medio ambiente, puesto que se da por supuesto que a posteriori invertirás en disminuirla, y esto puede suponer un argumento de venta.
Prácticamente, en cualquier condicionante de la empresa y del empresario encontramos justificación para reducir nuestra huella de carbono y el primer paso es conocer la situación en que nos encontramos, cuánto emitimos hoy.
¿Qué iniciativas ha desarrollado Divergent Energy en este sentido?
De entrada, la conciencia verde nos mueve. Divergent Energy inicia en el puerto de Cádiz un proyecto pionero que reducirá en más del 60% las emisiones de CO2 producidas por camiones frigoríficos y buques durante su periodo de atraque. Este proyecto no sería posible si dos de los operadores logísticos más importantes de nuestro país como son Grupo Mazo y Trasmediterránea Logística no fuesen conscientes de la importancia que tiene reducir las emisiones.