Sevilla, 17 de Octubre de 2018.- Un Juzgado de Sevilla acaba de dar la razón a los propietarios del Bar Citroen, establecimiento ubicado en el interior del Parque de María Luisa que podrá seguir con su actividad en este emblemático espacio, a pesar de que el Ayuntamiento de Sevilla acordó en 2014 extinguir los contratos de arrendamiento para proceder al cierre del Bar Citroen y del Restaurante La Raza.
El despacho Sanguino Abogados, que ha dirigido la acción jurídica de los propietarios del Bar Citroen para defender que este establecimiento no tuviera que cerrar sus puertas, recurrió ante los Tribunales la resolución dictada por el Ayuntamiento de Sevilla para extinguir los contratos de arrendamientos de los locales afectados por la Ley 29/1994 de Arrendamientos Urbanos que daba una moratoria de 20 años a aquellos negocios anteriores a 1985 que siguieran con su actividad en 1994.
Por ello en 2014 el Ayuntamiento de Sevilla acuerda extinguir los contratos del Bar Citroen y del Restaurante La Raza. Lo hizo considerando que ambos son locales ubicados dentro de un bien demanial (el Parque María Luisa) y que su actividad se desarrolla a través de concesiones demaniales, decretando como fecha límite de salida del local el 4 de Abril de 2016.
Sanguino Abogados presentó un recurso contencioso administrativo en los Juzgados de Sevilla en el que defendió que el Bar Citroen ha desarrollado siempre su actividad con un contrato de arrendamiento. Argumentó que si el Ayuntamiento de Sevilla considera la actividad de este establecimiento como una concesión demanial, tendría que convertir el contrato de arrendamiento en una concesión a través del procedimiento legalmente establecido y después de ello, en su caso, decretar su extinción.
La sentencia dictada por el Juzgado de lo Contencioso número 5 de Sevilla anula la Resolución del Ayuntamiento, da la razón a los propietario del Bar Citroen y determina expresamente que no se puede aplicar la causa de extinción sobre algo que no existe aún, como es la concesión. Según la sentencia, lo que ha existido siempre entre el Bar Citroen y el Ayuntamiento de Sevilla es un contrato de arrendamiento. Por ello si el Ayuntamiento quiere extinguir esta relación debe convertir previamente esta relación en una concesión, para luego poder aplicar a este establecimiento el régimen de extinción de las concesiones. El juez también impone al Ayuntamiento el pago de las costas del procedimiento judicial.