Marta Baturone López

Gerente de la Editorial Norba y Presidenta de la Fundación El Gancho

Marta Baturone, periodista y empresaria, ha conseguido, junto con los patronos de la Fundación El Gancho y en menos de un año, canalizar un gran movimiento solidario con su proyecto La Azotea Azul. Todo con el objetivo de crear un parque infantil en la azotea del Hospital Infantil Virgen del Rocío de Sevilla para que los niños enfermos tengan un lugar donde jugar y recuperarse, y alejarse del frío entorno de este tipo de instalaciones.   

Marta, ¿cómo nace la idea de crear la Fundación El Gancho y este primer proyecto?

Hace algunos años que quería darle forma a una fundación dedicada a fines infantiles, pero por circunstancias personales y profesionales no vi el momento hasta el pasado año. La Fundación la crea mi editorial infantil, Editorial Norba, que edita el periódico EL GANCHO desde 2007, pero nos unimos un grupo de amigos que somos los que hoy formamos el patronato de la Fundación y todos teníamos muy claro cuál sería el primer proyecto, por nuestra estrecha relación con Rocío Troya, hoy una joven de 18 años, que nació con una enfermedad de las consideradas “raras”, por la que ha vivido prolongadas hospitalizaciones. Ella es el talismán de La Azotea Azul y quien nos ha hecho ver la urgencia de ese jardín por todo lo que ha vivido allí, en el Hospital Infantil, durante todos estos años.  Así, que podemos decir que ella ha sido el motor que nos ha unido a todos.

¿Qué supone para la Fundación comenzar con un proyecto de tal envergadura?

Es una sensación única, bonita y desbordante al mismo tiempo. Nosotros decimos que “ha pasado un tsunami” por nuestras vidas. Se trata de un proyecto que ha cogido la calle y lo está sacando hacia adelante. Muestra de ello son las 235.000 pulseras que ha recibido la gente en agradecimiento por sus donativos de un euro. La azotea está hecha euro a euro…

Si miramos hacia atrás, en noviembre 2017 decidimos crear la Fundación, en diciembre grabamos un vídeo y lo presentamos, y el 2 de mayo de 2018 dimos a conocer en rueda de prensa a La Azotea Azul. Desde ese día hasta hoy, tenemos recaudado casi el 80% del presupuesto de construcción. Así que, a este tsunami también se une un enorme sentimiento de responsabilidad por estar a la altura.

¿Qué ofrecerá a los niños pequeños este espacio recreativo?

El concepto de la azotea es terapéutico y lúdico, de manera que el niño no dependa de terceros para mejorar. Habrá zonas de rehabilitación, se ha creado el árbol de la ilusión… Será un lugar de salida donde conectar con el mundo exterior y con sus seres queridos o donde puedan jugar con amigos al aire libre como niños que son, olvidando por un momento sus enfermedades.

También tenemos que decir que hay creada una gran bolsa de voluntarios, más de 800 personas que están ofreciendo su tiempo para recaudar fondos, para ayudar en la construcción o para formar parte de las posibles actividades que podrían hacerse después de inaugurar la azotea. Queda mucho por hacer.

¿Cómo se está implicando la sociedad sevillana?

Podría contar millones de anécdotas y no quiero olvidarme de ninguna de ellas nunca. Por ejemplo, cuando el proyecto empezó a calar, hermandades como la de La Paz o La Macarena, incluso, las de pueblos más pequeños de Cádiz o Huelva, no dudaron en ayudarnos a través de sus bolsas de caridad. Por otro lado, hay empresas que han ofrecido sus servicios para recaudar dinero, parejas que han querido que la pulsera solidaria estuviera presente en sus bodas e, incluso, niños y adolescentes que han donado sus regalos de cumpleaños para La Azotea Azul. Sinceramente, es impresionante.

¿Para cuándo tenéis previsto alcanzar la meta?

Inicialmente, cuando comenzamos, pensábamos que ojalá lo consiguiéramos en dos años, ya que era un reto alcanzar los 450.000 €. Hoy estamos casi seguros de que para antes de finales de año tendremos toda la financiación. Además, prometimos que cuando tuviéramos el 80%, comenzaríamos con las obras, por lo que tenemos previsto iniciarlas en octubre o noviembre, dependiendo de la meteorología y de otros muchos factores. Nos encantaría que la inauguración fuese lo antes posible y que los más de 4.000 niños de Andalucía que pasan por allí cada año puedan tener un lugar al aire libre donde olvidar un poco sus enfermedades.