Federico Argüelles Martín

Presidente de la Fundación Gota de Leche

El Dr. Federico Argüelles Martín, titulado en las especialidades de Pediatría y Aparato Digestivo, sevillano, es una persona ejemplar tanto por su trayectoria profesional como personal. Este profesor titular emérito de Pediatría de la Universidad de Sevilla ha ejercido durante más de 40 años como Jefe de la Sección de Gastroenterología y Nutrición Pediátrica del Hospital Universitario Virgen Macarena de Sevilla y ha sido Presidente de la Sociedad Española de Gastroenterología, Hepatología y Nutrición Pediátrica. Además, actualmente es Secretario General de la Real Academia de Medicina y Cirugía de Sevilla, tiene ejercicio libre de su profesión y lleva varias décadas vinculado a la Fundación Gota de Leche, entidad que lleva más de 112 años cuidando a la infancia y de la que hoy es su presidente.

Como reconocido médico y profesor pediátrico, ¿qué ha supuesto para usted formar parte del proyecto Fundación Gota de Leche?

Desde el año 72 estoy unido a la Fundación Gota de Leche, pues comencé como médico en una de sus consultas gratuitas, en la que se atendían periódicamente a niños con falta de recursos para aconsejarles sobre puericultura, administración de vacunas, medicina preventiva y detección de problemas médicos. En aquella época, era director de la Gota de Leche D. Manuel Laffon Soto, insigne pediatra de Sevilla con el que trabajé durante años. Más tarde, pasamos a constituir la fundación, donde entré como patrono y que actualmente presido. 

Esta vinculación con la Fundación ha supuesto para mí la oportunidad de ayudar a la infancia desde una entidad muy arraigada en Sevilla, donde goza de gran prestigio y reconocimiento por su encomiable labor desarrollada durante más de 100 años.

¿Con vuestros programas de ayuda a cuántas familias conseguís dar asistencia y cómo llegáis a ellos?

La Fundación Gota de Leche consigue dar asistencia a unas 180 familias al año, a las cuales llegamos gracias a proyectos como el de ‘Escuela de Padres’, en el que hacemos un seguimiento preciso a familias con riesgo de exclusión social, monitorizándolas y apoyándolas en la crianza de sus hijos.

¿Cómo responde la sociedad sevillana a las iniciativas de la fundación?

La sociedad, afortunadamente, responde muy bien ya, sea con participaciones puntuales o continuadas y también con apoyo económico. Por ejemplo, actualmente, nuestro número de voluntarios suele oscilar entre los 100 y 150 al año.

En este punto, querría destacar la gran labor de apoyo que realizan las hermandades. Su aportación es extraordinaria y su apoyo muy apreciado para organizaciones como la nuestra. Colaboran con nosotros hermandades como la Macarena, cuyo hermano mayor actual es patrono de la Fundación, y que hace una aportación significativa anual al proyecto ‘Escuela de Padres’; o bien otras como Los Gitanos, el Gran Poder, El Museo, etc.

En nuestra labor, también hay que mentar la ayuda de las empresas, a las que recordamos que sus aportaciones tienen incentivos fiscales de desgravación, y la de las entidades públicas. Entre las que ponen su grano de arena podríamos citar algunas como La Caixa, Sovena, Persan, Instituto Español, el Ayuntamiento de Sevilla… Sin ellas, nuestro trabajo sería imposible.

¿Qué objetivos se marca la Fundación mirando hacia este nuevo año?

Nuestro mayor deseo es poder mantener los seis programas que tenemos en marcha a día de hoy, poniendo especial ilusión en el llamado ‘PAINAR’ (Plan de Atención Integral a Niños en Acogida Residencial), que consigue rescatar a muchos niños con problemas psicosociales mediante la detección precoz de las alteraciones conductuales o dificultades de adaptación, lo que le hace ser un programa de gran transcendencia social. Contamos, para ello, con un equipo de profesionales cualificados.

Tampoco podemos olvidar nuestro programa ‘Crianza’, con el que facilitamos la lactancia a niños sin recursos, en riesgo, y que atiende a más de 2.300 lactantes en las provincias de Huelva, Cádiz, Córdoba, Sevilla y Ceuta; o el de ‘Desayuno Saludable’, que da unos 35.000 desayunos al año, atendiendo diariamente a 140 niños en edad escolar.

Por supuesto, si en el futuro detectásemos alguna nueva necesidad, no dudaremos en proyectar nuevas líneas de trabajo que ayuden a la infancia.